martes, 15 de septiembre de 2020

¿CÓMO DE DOMÓTICA ES MI CASA?

 

Me despierto en una vivienda domótica. Anoche el sistema de riego se puso en funcionamiento porque la humedad de la tierra lo requería. Las persianas del salón se han abierto un 50% para permitir que entre el sol. La recirculación del agua se ha activado para que el agua caliente salga inmediatamente al abrir el grifo. Suena el teléfono de la habitación que me da los buenos días y el resto de persianas se abren al 10%. Las luces indirectas se encienden para que pueda ducharme sin dañarme la vista. Se desconecta el sistema de seguridad que ha velado por mi familia toda la noche. La temperatura de la habitación de los niños se eleva para que estén confortables la media hora que les queda para levantarse. Tras mi aseo, todas las persianas ya se han levantado y veo la fuente del jardín que comienza a funcionar. Mientras me dirijo a la cocina se me encienden las luces y la cafetera acaba de encenderse y las tostadas ya casi están preparadas. Las persianas del cuarto de los niños se levantan completamente y ya podemos desayunar todos.



 La domótica aporta soluciones a todo tipo de viviendas. La finalidad es dotar de “inteligencia” a tu edificio. Se entiende por domótica al conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar. Se podría definir como la integración de la tecnología con el confort y diseño inteligente de un recinto.

Las posibilidades que hoy día nos ofrece la domótica son muy amplias. Así en una vivienda podremos hacer inteligentes las siguientes cuestiones:

Iluminación: Control de apagado, encendido, disminución/incremento de intensidad de luz, tiempos, eventos, control centralizado, ilumnación automatica por presencia, etc.

-Energía eléctrica: Permite controlar un aparato conectado a la corriente para prenderlo y apagarlo en base a horarios o eventos en el sistema, encendido de aspersores, etc.

-Seguridad: Puertas, ventanas con sensores de apertura, sensores de rompimiento de vidrios, sensores de movimiento, sensores de humo, violación del perímetro, seguridad por áreas, tiempos y/o claves personales.

-Audio y vídeo distribuido

-Interfases: Controles que permiten interactuar con el sistema.

-Motorizaciones: Control de Persianas, toldos, estores, elevadores de Proyectores o de Pantallas de Plasma, LCD y Convencionales.

-Sistemas independientes: Alimentadores de mascotas, cajas de limpieza, dispositivos robotizados, electrodomésticos y mucho más.

Hoy día todo esto se puede aplicar tanto en viviendas de obra nueva como ya existentes, aunque hay condicionantes en el segundo caso. Las premisas para poder instalar domótica será preveer cajas extras de empalme empotradas en pared, espacio en techo para poder ocultar los equipos domóticos, buen estado del cableado eléctrico, y poder colocar sensores con cableado o en su defecto inalámbrico (sabiendo que debe existir un mantenimiento de baterías).

La domótica puede suponer un ahorro energético. Dado que el 40% del gasto se emplea en climatizar nuestra vivienda, podemos controlar la climatización con un sensor de manera que mantengamos climatizadas tan sólo las estancias que queramos de la casa.

 


Estos mismos conceptos pueden trasladarse a un local comercial, oficinas, hoteles,  industrias que incluso tienen equipos conectados día y noche. La domótica proporciona seguridad, comodidad, economía. Puede tener cabida desde una edificación sencilla a una de alto standing. Todo depende de las necesidades del cliente y las posibilidades que la tecnología ofrece.

 

martes, 1 de septiembre de 2020

¿Pueden ser peligrosos los ataques de algunos insectos y hongos en las estructuras de madera?

 

Como la madera es un ser vivo, es susceptible de ser atacada por otros seres que aprovechan su estructura y componentes. Los agentes vivos más dañinos son:

 

 



La carcoma son coleópteros de la familia de los anóbidos, líctidos y otras familias. Consumen celulosa en su época larvaria mientras a la vez que realiza túneles. Cuando alcanzan su madurez biológica y sexual, buscan pareja, se aparean y ponen huevos en cavidades próximas a la superficie ventilada para emigrar con posterioridad. Este comportamiento nos da cierta tranquilidad, ya que comen poco a poco, y en una determinada fase de su vida.

 

El grado de ataque, cantidad y tamaño de éstas determinará el daño estructural, pero normalmente es posible una reparación del elemento dañado. Comprobamos con un punzón y alguna probeta, separando 30mm alrededor de la zona dañada oara evaluar el nivel de afectación. Su solución suele ser un refuerzo y/o algún tratamiento de imprimación para minimizar posibles ataques.

 

 


Por el contrario las termitas, isópteros de la familia de los rhinotermítidos si pueden ser muy destructoras si son un grupo numeroso y atacan a elementos estructurales principales. Existen varias variedades en España pero la más frecuente, la “reticulitermes lucifugus” tiene el aspecto de una hormiga gorda blanca y de tamaño entre 3-4mm. Sitúan su termitero en el subsuelo, en zonas oscuras y húmedas, y evitan pasear en contacto con luz. Cuando come, crea con su propia saliva los túneles y galerías para protegerse que tienen aspecto como de chorritones de barro en la parte que podemos ver. Las galerías le conducen y protegen desde su termitero hasta los comederos. El peligro es que arrasan con todo, pueden perforar incluso unos cuantos cm hormigón, o comerse rápidamente el duramen o la parte más interna de una viga dejando sólo el envoltorio. A diferencia de la carcoma que come de manera más superficial, la térmita es rápida y se va al núcleo de los elementos. Como las termitas son un grupo social, el daño es más desvastador. Las piezas estructurales dañadas, probablemente deban sustituirse o reforzarse, pero el principal problema es eliminar la termita. Se recomienda que las personas abandonen casa para poder evaluar y minimizar peligros. Después ventilar e iluminar lo que se pueda, y bien intentar buscar termitero para destruirlo aunque no es nada fácil. En caso que no se encuentre termitero, probar con insecticidas (aunque tampoco suele llegar a todas las termitas, las cuales se van desplazando a casa vecina o lugares donde hay más comida), o  localización acústica de galerías y comederos, poniendo falsos comederos envenenados, aunque este proceso es muy lento.

 


En otro nivel encontramos las diversas familias de hongos que se alimentan de la madera previa destrucción y transformación de la estructura interna. Suelen implantarse por esporas aéreas que se desarrollan en maderas expuestas a humedades entre 35-50% y temperaturas entre 15-30% además de falta de ventilación. Las zonas más perjudicadas son las zonas de apoyos vigas en muros, o bajo cubiertas, zonas que no pueden ventilarse. Una madera atacada por hongos, modifica su estructura interna, perdiendo volumen y consecuentemente resistencia mecánica. Las pudriciones más comunes son:

La pudrición blanca, que se come la lignina dejando masas blancas de celulosa. La pudrición parda o marrón, que al contrario que la blanca se come la celulosa, dejando zonas amarronadas que se fisura del exceso de la lignina que adquiere formas cúbicas, laminares, o prismáticas. La pudrición seca es una variante de la pudrición marrón, aunque en este caso, el hongo productor llamado “merulius” fija su propio microclima más húmedo. Esta pudrición que afecta sobre todo a coníferas y a veces tienen una coloración azul, y es de las tres la más destructiva.

 

El tratamiento de la madera afectada por hongos, suele ser evitar la humedad, tratamiento de fungicidas en madera no afectada, y evaluación del daño existente para realizar un refuerzo o sustitución.